El Club Taurino El Rabo rinde homenaje a Antonio González Sabio

El Club Taurino El Rabo cerró ayer su Ciclo de Tertulias 2025 con un emotivo homenaje a Antonio González Sabio, coincidiendo además con los 25 años de estas charlas que se han convertido en auténticas “corridas de invierno”, llenando de vida y conversación taurina los meses de parón de la temporada.

El concejal de la Plaza de Toros del Ayuntamiento de El Puerto, Carmelo Navarro, acompañó a la entidad, encabezada por su presidente Jesús Domínguez, en un acto que reunió al completo a toda la afición de El Puerto en la sede del Club en la calle Luis Mazzantini. 

Junto a González Sabio, el ex presidente de la Plaza Real, Rafael Sestelo, repasando su trayectoria profesional y su papel como hombre de máxima confianza del maestro José Luis Galloso, al que acompañó durante toda su carrera.

El homenaje sirvió para reconocer no solo la trayectoria de un maestro de plata, sino también la nobleza, generosidad y cercanía humana de un portuense querido por todos. La cita contó con la presencia de sus hijos, profesionales y de numerosos aficionados que quisieron acompañarle en un momento tan especial.

Nacido el 31 de mayo de 1940, hijo de Don Francisco González, gran conocedor de la ganadería de José Luis Osborne Vázquez, Antonio reconoció que, si no hubiera sido por Galloso, probablemente habría sido mayoral como su padre. 

Siendo niño con apenas 8 o 9 años, se puso por primera vez ante una becerra mansa y cuando Rafael Ortega lo vio no dudó en presentarlo ante todos los ganaderos de Andalucía. Su aventura torera comenzó en 1958 y debutó con picadores el 21 de septiembre de 1961 en Villamartín, logrando importantes triunfos que le llevaron a plazas importantes como Las Ventas de Madrid y la Monumental de Barcelona, así como a alcanzar grandes éxitos en El Puerto de Santa María.

En 1969 ingresó en las filas de subalterno y, poco después, se unió a la cuadrilla de José Luis Galloso, con quien compartió toda su carrera y a quien considera como un hermano: el octavo en una familia de siete hijos. Acompañó también en los paseíllos a los hermanos Emilio y Abel Oliva, a los novilleros Víctor Manuel y Marcos Cruz -también presente ayer, y a matadores como Rafael de Paula o Eduardo Dávila Miura. Gran conocedor del comportamiento del toro, exigente consigo mismo y con los demás, Antonio se mantuvo siempre fiel a Galloso, con quien compartió y comparte lazos afectivos profundos. Ayer recordaron juntos multitud de anécdotas y con especial emoción aquel festival celebrado el 15 de febrero de 1998 en la Plaza de El Puerto, que marcó el cierre de su carrera activa y en el que no faltaron Galloso, Celso Ortega -cuyo hijo y becerrista promesa de El Puerto también estaba ayer en primera fila-, Finito de Córdoba, El Litri, Rafael Camino, el Niño de la Capea, Victor Janeiro y Jesulín de Ubrique.

Ya retirado, continúa cada temporada en su plaza, ocupando su mismo abono. Una noche cargada de recuerdos, de risas y de interpelación con Galloso, donde rememoraron juntos también su temporada en América, donde no era como ahora, sino que se convivía con la cuadrilla durante seis meses, compartiendo la vida como una auténtica familia. Reconoció ser mejor con el capote que con las banderillas, pero lo que está claro es que es ha sido un excelente maestro de plata con corazón de oro. 

Carmelo Navarro felicitó a Antonio González Sabio por este merecido reconocimiento a toda una vida dedicada al mundo del toro, y al Club Taurino El Rabo por mantener viva la tradición taurina y por promover el reconocimiento a quienes han hecho grande nuestra historia taurina.