El novillero Gonzalo Capdevila espera reaparecer en unos días tras su grave cogida en Villaseca de la Sagra

El novillero gaditano Gonzalo Capdevila fue violentamente cogido por el cuarto de la tarde en la plaza de toros de Villaseca de la Sagra. Lo recibió a portagayola, completando dos largas cambiadas en el tercio, hasta que en el último lance fue arrollado con violencia por un novillo de Conde de Mayalde, sufriendo un fuerte golpe en la zona abdominal y la ingle. Trasladado a la enfermería con evidentes signos de dolor, en un acto de gallardía salió corriendo de la misma para dar muerte al astado, pese a la visible herida.

Según las primeras informaciones ofrecidas por el doctor Carlos López, Capdevila presentaba una cornada de diez centímetros en la región inguinal izquierda y otra herida en el escroto. La exploración definitiva, realizada en el Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, confirmó dos trayectorias: una superior de 20 centímetros que penetraba en cavidad peritoneal sin alcanzar vísceras, y otra inferior de 12 centímetros en el recto anterior, además de lesiones en muslo, escroto y pene, todas ellas sin afectación muscular ni visceral.

De acuerdo con el comunicado oficial, el novillero ha pasado tres días sin fiebre y con retirada de drenajes, a la espera de recibir el alta médica el próximo 10 de septiembre si la evolución continúa favorable. El propio Capdevila quiso agradecer públicamente el trato recibido por el personal médico, los doctores intervinientes y el equipo hospitalario, así como las incontables muestras de apoyo de aficionados, amigos y medios de comunicación.

En declaraciones posteriores, el torero reconoció seguir con molestias abdominales, pero se mostró deseoso de regresar cuanto antes a los ruedos. “Estoy deseando recibir el alta médica para reaparecer lo antes posible en las ferias que ya tengo comprometidas: el 13 de septiembre en Los Molinos y el 15 en Cadalso de los Vidrios”, aseguró, sin ocultar la ilusión de aprovechar nuevas oportunidades que le han surgido tras su entrega en Villaseca.

El propio Capdevila relató que fue muy consciente de lo que hacía al salir de la enfermería: “Sabía dónde estaba y lo que me jugaba. Cuando vi que la cornada era limpia y sin sangrar, tuve claro que quería volver a ponerme delante del toro”. Pese a haber desobedecido la recomendación médica, confesó que lo repetiría sin dudarlo.

La dura cogida en Villaseca, en la feria de novilleros con caballos más consolidada de España, no ha frenado el espíritu del joven gaditano, que se mantiene firme en su objetivo de seguir avanzando en la profesión. Su gesto de salir de la enfermería y matar al toro con una cornada aún sangrante queda ya como una página de entrega y valentía en su carrera.