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Redacción
Viernes, 11 de Julio de 2025 Tiempo de lectura:
EDITORIAL

El Puerto avanza, aunque le pese a la oposición

Bajo el título de El Puerto Avanza: 2 años de mandato, el alcalde Germán Beardo presentó este jueves en el Hospitalito, con un “lleno hasta la bandera”, un balance de gestión que ha sido duramente atacado por la oposición bajo acusaciones de propaganda, inacción y vanagloria. Sin embargo, frente al ruido político, los hechos ofrecen una narrativa distinta, que no es otra que la de una ciudad que ha comenzado a superar décadas de bloqueo financiero, urbanístico y administrativo, precisamente causado por quienes ahora critican desde la bancada de enfrente.

 

La afirmación recurrente de que "El Puerto no avanza", repetida en bloque por Vox, Izquierda Unida, PSOE y Unión Portuense, se desmorona al comprobar que la administración local ha logrado cancelar íntegramente la deuda municipal. Esta operación no es simbólica pues libera a El Puerto del Plan de Ajuste y otorga al Ayuntamiento plena capacidad para destinar sus recursos a inversiones reales, sin tutelas ni condicionantes ministeriales. La gestión financiera ha sido, por tanto, uno de los pilares de esta legislatura, y el mejor antídoto contra el relato de la parálisis, como así recordó el primer edil en su intervención.

 

La concejala socialista Mª Eugenia Lara acusa al gobierno local de no haber aprobado aún el presupuesto y de mantener sin renovar contratos importantes. La crítica, sin embargo, olvida que la licitación de los grandes contratos públicos, como limpieza, transporte urbano o mantenimiento, implica una complejidad técnica y jurídica elevada, agravada en muchos casos por la herencia de adjudicaciones caducadas, algunas desde hace más de una década. Ya se ha renovado el contrato de limpieza, mientras otros están en fase de tramitación avanzada. A su vez, la adhesión de El Puerto al régimen de Gran Población, aprobado por el Parlamento andaluz, exige una reorganización administrativa profunda que está en marcha y que permitirá una gestión más eficiente. Hablar de “falta de planificación” cuando se están reformando las bases estructurales del Ayuntamiento es ignorar deliberadamente el alcance de los cambios emprendidos.

 

El comunista José Luis Bueno, portavoz del Grupo Mixto, insiste en que el balance de Beardo es una construcción virtual, un reflejo edulcorado en redes sociales. Pero la realidad materializa ese discurso con proyectos concretos, pues más de cuarenta viviendas del centro histórico están siendo rehabilitadas, se han ejecutado obras de accesibilidad, nuevos parques infantiles, mejoras en las instalaciones deportivas y la activación del Museo Cofrade, el Museo del Vino y el yacimiento del primer Gadir. Este catálogo de iniciativas desmonta la caricatura que pretenden hacer de Germán Beardo.

 

Javier Botella, portavoz de Unión Portuense, se refugia en el lugar común de que todo es propaganda y que no hay nada nuevo bajo el sol. Critica la designación de perfiles con experiencia para la coordinación general, como si el paso del tiempo fuera por sí solo una descalificación. Lo que Botella ignora es que esa misma experiencia ha sido clave para sacar adelante el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, herramienta esencial para el futuro urbanístico de El Puerto. A su vez, se ha emprendido la digitalización de servicios, se han desbloqueado proyectos urbanísticos y se ha reordenado el planeamiento del litoral, demostrando que se gobierna más allá de los gestos.

 

El discurso de Vox, disperso y fallido como acostumbran, se centraba en acusaciones de teatro político, sin aportar alternativa concreta alguna. Atribuir el acto institucional a un montaje de brindis y vino es negar que el ejercicio de rendición de cuentas ante la ciudadanía, con datos públicos y medidas ejecutadas, forma parte esencial de la transparencia democrática. No se trata de una fiesta, sino de un deber institucional.

 

Una oposición dividida en cuatro grupos y un adscrito, con fuertes problemas internos como es el caso del PSOE, están dispuestos a cuestionar todos los avances que todo el mundo está viendo.

 

El Puerto avanza, y lo hace desde un marco de gestión que combina estabilidad presupuestaria, reformas estructurales y proyectos de ciudad. La oposición, en lugar de ofrecer enmiendas, recurre al descrédito sistemático. Pero los portuenses tienen ojos y memoria: saben distinguir entre la crítica útil y la negación sistemática del progreso. Y en El Puerto, a pesar del ruido, el progreso se está haciendo notar. El Puerto avanza y el lleno total de ayer y el discurso apabullante en datos que pronunció Germán Beardo en el edificio singular de la calle Ganado no es más que la certificación de esos avances.

 

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