'La Vuelta al Cole en el Luisa de Marillac: Un Año para Cultivar la Paciencia', por Lola Gallego

Con la llegada de septiembre, el Colegio Luisa de Marillac, perteneciente a la Fundación Marillac, un centro bilingüe que abarca desde Infantil hasta Secundaria recibe a sus estudiantes con ilusión renovada y la firme intención de trabajar en valores fundamentales para el desarrollo personal y académico de sus alumnos. Este año, la comunidad educativa ha decidido centrarse en un valor esencial en la vida de todos: la paciencia.

Bajo el inspirador lema "Todo tiene su tiempo", el colegio se prepara para un curso lleno de actividades y aprendizajes que ayudarán a los estudiantes a comprender la importancia de ser pacientes. La paciencia no solo es fundamental en el ámbito escolar, donde cada estudiante aprende a su propio ritmo, sino que también es clave en la vida diaria, en la convivencia y en la relación con los demás.

El Colegio Luisa de Marillac se destaca por su enfoque innovador en la educación, incorporando la neurociencia como línea fundamental en los primeros años de aprendizaje. Esta metodología permite adaptar la enseñanza a las necesidades cognitivas de cada alumno, promoviendo un desarrollo integral desde la etapa de Infantil hasta la Secundaria. Además, se trabajan retos y situaciones de aprendizaje integradas en todas las etapas, con el objetivo de preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos del futuro de manera efectiva.

Sor María del Carmen Mora, directora titular del centro, junto con Curro Galán, director pedagógico, han subrayado la importancia de estos nuevos métodos y su alineación con los valores tradicionales del colegio. “Nuestro compromiso es formar a nuestros alumnos no solo en conocimientos, sino también en valores que los acompañen toda la vida”, comentó Sor María del Carmen.

Un aspecto destacado en la formación del colegio es el valor del Servicio, heredado de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, fundadores de la Compañía de las Hijas de la Caridad. Este valor se vive y se trabaja diariamente en el colegio, inculcando en los estudiantes la importancia de ayudar a los demás y contribuir positivamente a la sociedad.

El director pedagógico, Curro Galán, resaltó en su discurso inaugural que “la paciencia es una virtud que debemos cultivar en un mundo donde todo se quiere de manera inmediata. Aprender a esperar, a entender que cada cosa tiene su momento, es una enseñanza que nuestros alumnos llevarán consigo toda la vida”.

Durante el curso, se han planificado diversas actividades orientadas a fomentar este valor. Desde dinámicas de grupo que requieren la colaboración y la espera, hasta proyectos a largo plazo donde los estudiantes podrán ver los frutos de su esfuerzo con el paso del tiempo. Además, en las aulas se abordarán lecturas y debates que reflexionarán sobre la importancia de la paciencia en diferentes culturas y contextos históricos.

Las familias también tendrán un papel importante en este proceso. El colegio ha organizado talleres y charlas para padres y madres, con el objetivo de que puedan reforzar este valor en casa y apoyar a sus hijos en este aprendizaje. “Queremos que este valor trascienda las paredes del aula y se convierta en una forma de vida, tanto para nuestros estudiantes como para sus familias”, añadió Curro Galán.

La comunidad educativa del Luisa de Marillac se enfrenta al desafío de enseñar que, en un mundo donde la inmediatez parece ser la norma, es vital recordar que "Todo tiene su tiempo". Este curso promete ser un viaje donde la paciencia será la brújula que guiará a estudiantes, profesores y familias hacia un aprendizaje más profundo y significativo.

Con este enfoque, el Colegio Luisa de Marillac se reafirma en su compromiso de formar no solo buenos estudiantes, sino también personas de bien, preparadas para afrontar los retos del futuro con serenidad, paciencia y un profundo sentido del servicio a los demás.

Lola Gallego

Profesora del Colegio Luisa de Marillac